lunes, 8 de septiembre de 2008

CAMPAÑA DEL SISTEMA MONTAR, Parte 3



LA LLEGADA A MONTAR VII

El XXIV fue enviado inmediatamente a Montar VII con órdenes de Lord Sherdan de actuar rápidamente para eliminar la amenaza orka del sistema. La información aún era bastante vaga en referencia al tamaño y a la fuerza de los orkos pero la creencia generalizada era que no serían muchos en número, y sin apoyo pesado en forma de Gargantes o Fortalezas de Combate. Mercenarios orkos del Clan Hacha Sangrienta, contratados como exploradores por el regimiento durante la campaña, confirmaron esto aunque nunca llegaron a encontrarse con el grueso del ejército del Caudillo Bullgarg, y aque “Todo el mundo zabe que ez un bocazaz”.

Cuando el XXIV aterrizó en Montar VII, el Coronel Al’Ter-Ay no perdió el tiempo para ir contra los orkos. Una nave espía determinó la localización del campamento orko en el Rio del Gran Colmillo. El número de orkos aún era desconocido, ya que la nuve de humo y polución que había sobre el campamento hacía imposible para la nave espía el poder recoger lecturas para determinar el número de orkos, pero había preocupantes signos de que los orkos estaban construyendo un Gargante y otras enormes máquinas de guerra.

El Coronel Al’Ter-Ay decidió actuar rápidamente, tal y como le había ordenado Lord Sherdan, sin atender el consejo del Capitán Gliene que sugería utilizar los hacha Sangrientas de su Compañía para explorar el campamento orko. Al’Ter-Ay no se fiaba de los mercenarios orkos, y menos en operaciones contra su propia raza, además las órdenes que tenía eran las de actuar con extrema rapidez, y eso es lo que haría.
Menos de 24 horas después de llegar al planeta, el XXIV de Praetoria avanzó contra los orkos.

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